jueves, 8 de octubre de 2015

Propuesta curricular adaptada (pca) 

El propósito de la inclusión es que todos los niños y las niñas compartan los mismos espacios educativos y la misma educación. Lo que deberá variar, en caso de ser necesario, es el tipo de apoyos que se ofrezca a los alumnos y alumnas con discapacidad, para asegurarse de que participen y aprendan en igualdad de condiciones que el resto de sus compañeros. Por ello, la elaboración y seguimiento de una propuesta curricular adaptada a sus necesidades resulta indispensable. ¿A partir de qué se elabora la pca?

La propuesta curricular adaptada debe elaborarse a partir de:

a. Informe de evaluación psicopedagógica. Como se mencionó en el punto anterior, a través de esta evaluación se conoce al alumno o alumna, sus necesidades y los apoyos o recursos que deberá disponer la escuela para asegurar su participación y logro educativo.

 b. Planeación de grupo. Como se ha señalado, la intención es que el alumno forme parte de su grupo y participe en las mismas actividades que el resto.

Por tanto, la planeación que el maestro tiene para todos deberá ser el punto de partida para realizar los ajustes que, con base en el informe de evaluación psicopedagógica, se consideren necesarios.

A continuación se enlistan los datos que preferentemente debe incluirse:

Fortalezas y debilidades del alumno o la alumna en las distintas áreas.
 Aspectos que prioritariamente deberán trabajarse en las distintas áreas a corto plazo (un ciclo escolar).
Adecuaciones de acceso que puedan ser necesarias en las instalaciones de la escuela o el aula, así como la dotación de recursos y materiales especí- ficos para el alumno.


Es importante considerar que no siempre se demandan este tipo de adecuaciones ni en todos los aspectos; sin embargo, en caso de requerirse deberá establecerse quién será el responsable de darles seguimiento y las acciones que necesitan llevarse a cabo para realizarlas.


 Participación de las familias
Tomando en cuenta que en el proceso de inclusión la participación de las familias es fundamental, debido a que el reto de atender a los alumnos y las alumnas con discapacidad no puede ni debe ser una tarea exclusiva de la escuela sino una tarea compartida por diferentes instancias, a continuación se presentan algunas consideraciones referentes a la participación de las familias en las escuelas. 
 Es habitual que en las escuelas se recurra a la participación de las familias únicamente en momentos de crisis; es decir, cuando algo sucede con el alumno o alumna, cuando se necesitan de ciertos apoyos o, bien, cuando es indispensable que asistan a alguna celebración o evento cultural; sin embargo, resulta importante recordar que el personal de la escuela y los padres y madres (y actualmente, en muchos casos, los abuelos y otros familiares) comparten el compromiso de educar a los alumnos y esto, sin duda, requiere de un conocimiento mutuo y de complementar las acciones que realiza cada una de las partes. 
En el caso específico de escuelas que participan en procesos de mejora, como el Programa Escuelas de Calidad, promover la cooperación de las familias no es una opción, es un deber; consecuencia de los principios y de la convicción que sustentan el modelo de gestión. Por lo anterior, y con la intención de favorecer la participación de todas las familias pero particularmente de los alumnos y las alumnas con discapacidad, las escuelas pueden promover estrategias, como las que se mencionan a continuación (muchas de ellas seguramente consideradas ya en la planeación estratégica):
 Información. Las familias participan más cuando reciben información del progreso de sus hijos, de prácticas educativas y gestión que tienen lugar en la escuela. De la misma manera, la participación se favorece cuando las familias también tienen oportunidad de informar a la escuela acerca de lo que sucede en casa relacionado con el aprendizaje de los niños, las niñas y los jóvenes.
 Algunas herramientas para facilitar este intercambio de información pueden ser realizar reuniones, entregar circulares, convocar a asambleas, las propias producciones de los alumnos, elaborar documentos de difusión, elaborar comunicaciones escritas en un cuaderno específico, utilizar el pizarrón de autoevaluación, preparar el portafolio institucional, entre otras. 
En el caso particular de los alumnos y las alumnas con discapacidad este intercambio de información tiene que beneficiar su participación y logro educativo y se puede promover a través de la cooperación de las familias en la Evaluación Psicopedagógica y en la elaboración de la Propuesta Curricular Adaptada.
 Consulta. A las familias, por ejemplo para la autoevaluación de la escuela
.Lo que brindará información respecto del trabajo que realiza la escuela y los avances que se van teniendo. Para el caso específico de los alumnos con discapacidad, estas consultas también pueden ser acerca de los apoyos que los alumnos o las propias familias requieren.







Apoyos técnicos y materiales para los alumnos con discapacidad


 Generalmente los alumnos y las alumnas con discapacidad requieren apoyos personales específicos, algunos deben realizarse directamente en las instalaciones de la escuela o en el aula, como se señala en el punto anterior, referente a las adecuaciones de acceso, pero otros consisten en dotar a los alumnos de apoyos técnicos o materiales.

 En ocasiones se piensa que es suficiente con que el niño, la niña o el joven con discapacidad asista a una escuela de educación regular y trabaje con sus compañeros de grupo, y aunque éste es un aspecto importante, no se debe perder de vista que muchas veces requieren de apoyos específicos, sin los cuales difícilmente podrían participar y aprender en igualdad de condiciones que el resto de sus compañeros. ¿Se imaginan estar en un salón de clases sin tener al menos un lápiz y un cuaderno? A veces eso es lo que se hace con alumnos con discapacidad visual que están en el salón sin tener las herramientas necesarias para escribir en el sistema Braille. Algunos de los apoyos que pueden requerirse,
de acuerdo con la discapacidad que presentan los alumnos, son los que se mencionan a continuación, pero vale la pena recordar que en posteriores apartados de esta guía se presentan detalladamente:

Discapacidad visual: bastón, máquina Perkins, ábaco Crammer, regleta y punzón, caja aritmética, calculadora parlante, libros de texto en sistema Braille, libros de texto en macrotipos, lupa, computadora con un programa de lectura de voz, entre otros.

 Discapacidad auditiva: auxiliares auditivos, intérprete de lengua de señas, apoyos visuales, subtítulos en videos, entre otros.



Discapacidad motriz: mobiliario específico, apoyos para mantener la postura, silla de ruedas, andadera, bastones, tablero de comunicación, libros de texto en macrotipos, apoyos para los lápices o plumas, entre otros.

Discapacidad intelectual:material concreto y variado, apoyos visuales, entre otros.



¿Quienes impulsaron el proceso de integración en los alumnos?


  • A partir de 1992, como consecuencia del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica, la reforma del Artículo 3 constitucional y la promulgación de la Ley General de Educación, se impulsó el proceso de integración de los alumnos y las alumnas con discapacidad a las escuelas de educación básica regular, y se consideró también una transformación profunda de los servicios de educación especial que eran los que, tradicionalmente, los venían atendiendo.
  •  Desde ese momento, los programas de desarrollo educativo, federales y estatales, han establecido acciones y estrategias para promover la integración educativa. En ese sentido, desde 2002 la Secretaría de Educación Pública, a través de la Subsecretaría de Educación Básica, ha trabajado conjuntamente con las entidades federativas el Programa de Fortalecimiento de la Educación Especial y de la Integración Educativa, y ha promovido el establecimiento de líneas de acción, objetivos y estrategias encaminadas a apoyar este proceso en los distintos programas, como el Programa Escuelas de Calidad (pec).
  • Dentro de su población objetivo, el pec considera a las escuelas que integran alumnos con necesidades educativas especiales asociadas a una discapacidad o a trastornos generalizados del desarrollo. De acuerdo con datos obtenidos de la Estadística 911, del total de planteles que participaron en el pec VIII, 35% atiende al menos a un alumno o alumna con discapacidad.
  •  Además, el pec establece como uno de sus estándares de gestión el siguiente: “La escuela se abre a la integración de niñas y niños con necesidades educativas especiales, se otorga prioridad a los que presentan alguna discapacidad o aptitudes sobresalientes y requieren apoyos específicos para desarrollar plenamente sus potencialidades”.
  • cabo las acciones necesarias. El tercer rubro refiere los principales datos relacionados con el número de escuelas en general y que participan en el pec, que atienden alumnos con discapacidad, así como la discapacidad que éstos presentan.


¿Cuál es la responsabilidad de la escuela en la inclusión de los alumnos con discapacidad?

 La escuela de educación básica es la responsable de asegurar la inclusión del alumnado con discapacidad. En algún momento se pensó que los responsables eran los servicios de educación especial; sin embargo, los alumnos con necesidades educativas especiales, en este caso con discapacidad, son parte de la escuela, por tanto ésta es la que debe asegurar su participación y aprendizaje, aunque para ello probablemente requiera algunos apoyos, como los servicios de educación especial.

 El respaldo al que la escuela puede recurrir para asegurar la inclusión de los alumnos y las alumnas con discapacidad son los servicios de apoyo de educación especial (Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular —usaer— o similar), si se contara con ello. 

Otros apoyos son los Centros de Recursos e Información para la Integración Educativa (crie), los Centros de Rehabilitación, el DIF y las organizaciones de la sociedad civil que atienden a personas con discapacidad, además de la instancia estatal de educación especial. 

De la misma manera, la escuela podrá recurrir a los asesores de la zona escolar y del Programa Escuelas de Calidad para solicitar información acerca de otras escuelas que también integren alumnos y con las que se pueda generar algún intercambio de experiencias. 

No obstante, el mayor apoyo que la escuela tendrá para garantizar la inclusión de estos alumnos es la escuela misma; es decir, la planeación y la organización que establezca, en función de asegurar la participación y el aprendizaje de los alumnos y las alumnas con discapacidad: el trabajo conjunto entre todo el personal de la escuela; el intercambio de ideas, experiencias y sugerencias; el trabajo con las familias; la búsqueda de información específica y la vinculación con otras instancias.











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